«No lo toques»: Mujer negra explica por qué tocar su afro es una falta de respeto
A través de un video publicado en sus redes sociales, una tiktoker denunció el comportamiento racista del que fue víctima cuando una mujer blanca con ella. Cuando esta extraña se le acercó para preguntarle si su cabello era real e intentar tocarlo.
El hecho ocurrió en un baño, de lo que parece ser un establecimiento público, cuando la tiktoker Mugiwara Mani se encontraba grabando un video y una desconocida quiso tocar su afro.
Y, al parecer, este tipo de comportamientos es un acto recurrente de la comunidad blanca de Estados Unidos hacia los afroamericanos, por lo que en redes sociales se expuso que es una falta de respeto y una muestra de racismo.
‘Las mujeres negras no somos dramáticas cuando decimos que esto sucede con más frecuencia de lo que crees. No te importa y no escuchas. Si no estuviera frente a la cámara pensarías que exageré como de costumbre’. Denunció la tiktoker en su publicación de Twitter.
Pues, como se puede apreciar en las imágenes del video, pese a que la joven afrodescendiente le dice a la desconocida que no puede tocarle el pelo e, incluso, se hace para atrás, esta insiste en tocar su afro.
Por lo que, en Twitter, usuarios han señalado que la mujer blanca exotizó a la afrodescendiente, ya que, al parecer, percibió la apariencia de la mujer negra como objeto de su entretenimiento.
Así como este caso, se viralizó un video en el que un policía corrió a mujeres mexicanas de una piscina por escuchar música en español. Visibilizando otro sector que sufre este tipo de problemáticas.
A través de su cuenta @gettmaani, en TikTok, la mujer afectada señaló otra de las razones por las que la acción se traduce en una falta de respeto, ya que está invadiendo su privacidad.
‘Quiso alcanzarme y preguntó 3 veces si era mi cabello, como si estuviera obligada a dar esa información … Por qué asume que diré que sí’.
En Twitter, los testimonios de otras mujeres que han sufrido actos como este también se compartieron en el hilo de Mugiwara Mani. El cual se viralizó, superando los 257 mil Me Gusta y compartiéndolo 47 mil 470 veces.
Entre los más de 6 mil comentarios, generados tan solo en esta red social, se sumaron testimonios de chicas que han vivido situaciones muy similares, incluso una de ellas dijo que un hombre extraño le jaló las transas para saber si eran reales, lo que señaló que debería de ser ilegal.
En TikTok otras usuarias también hablaron del tema y acusaron este acto como racista, visibilizando una de las claves para identificarlos. Pues, preguntarse si lo que se hace con una persona negra se normaliza o hace con una blanca puede ayudar a concientizar sobre este tipo de acciones.
El video de un hombre que insultó a una mujer afrodescendiente en un avión también se popularizó en redes sociales, pues pese a las agresiones, la mujer fue retirada del lugar para ‘no incomodar’ más al hombre.
El video también causó un debate en las redes sociales, entre quienes justificaban la acción de la mujer blanca como simple curiosidad y los que aseguraron que esta es, claramente, una muestra de racismo y no hay por qué inventarle justificaciones.
Los afrobolivianos: así es la vida en uno de los últimos reinos de América
A más de 3.700 m sobre el nivel del mar, el aire de La Paz es frío y delgado. La altura deja a muchos visitantes sin aliento.
Pero si dejas atrás el tráfico caótico y conduces 100 km al noreste, descendiendo hacia los valles subtropicales, descubrirás un grupo de pueblos escondidos en el bosque, conectados por un laberinto de caminos de tierra.
Allí, en los Yungas, entre los tapires, jaguares y osos de anteojos, se encuentra el reino de los afrobolivianos.
Los aproximadamente 2.000 habitantes de este reino oculto y humilde son principalmente agricultores que viven junto a sus pequeñas parcelas, donde cultivan coca, cítricos y café.
En Mururata, una aldea de unos 350 habitantes, los pollos de corral cacarean ruidosamente en los caminos de tierra, los niños juegan mientras hombres y mujeres trabajan la tierra con azadones y emergen del bosque cargando leña recién cortada.
Otros se sientan frente a sus casas, saludan a los caminantes y esperan que las primeras estrellas aparezcan en el cielo al anochecer.
Los afrobolivianos son descendientes de esclavos de África Occidental traídos por los españoles entre los siglos XVI y XIX para trabajar en las minas de Potosí, una ciudad en el suroeste de Bolivia que estaba más poblada que Londres a principios del siglo XVII.
Según el escritor uruguayo Eduardo Galeano, el trabajo en las minas cobró la vida de aproximadamente 8 millones de indígenas sudamericanos y africanos esclavizadosdurante un período de 300 años, muchos de los cuales murieron como resultado del exceso de trabajo, la desnutrición y el sufrimiento de la región muy fría.
En su libro «Los afroandinos de los siglos XVI al XX», el exdiputado boliviano Jorge Medina, quien también es afroboliviano, explica que sus antepasados no pudieron adaptarse al clima frío de Potosí en las tierras altas del sur de Bolivia.
A principios del siglo XIX, fueron trasladados a los cálidos Yungas para trabajar en las haciendas de propiedad española. Fue aquí donde este «reino» no oficial se formó en 1820 entre un grupo de afrobolivianos esclavizados.
Aunque esta minimonarquía siempre ha funcionado más como una tribu, después de 187 años, el reino finalmente fue reconocido por el gobierno boliviano en 2007.
Don Julio, el rey
Mururata es el centro de este reino y es donde el rey de los afrobolivianos, Julio Bonifaz Pinedo, vive y «gobierna» los 2.000 habitantes de la comunidad
Sin embargo, sería difícil reconocerlo, ya que vive entre los demás aldeanos como uno más. De hecho, uno podría comprarle algo de fruta sin darse cuenta de su título, ya que administra una pequeña tienda de comestibles desde su pequeña casa de ladrillo y cemento.
Su esposa también atiende el negocio. Ella es la reina Angélica Larrea.
Desde su huerto también venden mandarinas, naranjas, conservas, refrescos y paquetes de galletas, entre otros insumos básicos.
A sus 78 años, Pinedo todavía se mantiene ocupado. Cuando lo conocí, estaba frente a su tienda, esparciendo hojas de coca sobre una gran lona azul.
«Estas son las hojas que he cosechado de mi pequeña parcela. Al ponerlas al duro sol del mediodía, las tengo listas en aproximadamente tres horas. Luego los pondré en sacos para los camiones que las llevarán a los mercados de La Paz», explicó.
Durante siglos, los indígenas de los Andes han mascado coca y la han utilizado en tés para suprimir el hambre, la fatiga y ayudar a superar el soroche (mal de altura).
Cuando Pinedo terminó la tarea, se sentó en una silla de madera a la entrada de su tienda mientras los vecinos lo saludaban casualmente como «don Julio».
La reina, doña Angélica, se sentó detrás en las escaleras que llevan a su casa, desde donde veía una telenovela en un pequeño televisor colocado sobre un mueble alto. Nada es ostentoso en esta familia real. Su humildad les ha ganado un merecido respeto en la comunidad.
Un reino reconocido
Según el último censo boliviano de 2012, más de 23.000 personas se identifican como afrobolivianos.
Pero teniendo en cuenta a las personas cuyo origen es mixto, ese número probablemente sea más de 40.000, según Jorge Medina.
Si bien la diáspora afroboliviana se ha extendido por todo el país y el mundo a lo largo de cientos de años, sus raíces y su rey están aquí en los Yungas.
Pinedo es el primero de los monarcas del reino registrado oficialmente por el estado boliviano. Se dio durante un reconocimiento más amplio de los grupos étnicos minoritarios de Bolivia, cuando Evo Morales se convirtió en el primer presidente indígena del país en 2006.
Tres años después, el país cambió oficialmente su nombre a Estado Plurinacional de Bolivia y se aprobó una nueva constitución reconociendo 36 nacionalidades (incluidos los afrobolivianos) tras un referéndum histórico que otorgó más poder a los grupos indígenas que estuvieron marginados durante mucho tiempo.
Los poderes del rey afroboliviano son similares a los de un jefe tradicional. Pinedo no recauda impuestos ni tiene fuerza policial.
«Mi título es principalmente simbólico», dijo. «No soy como estos ricos reyes de Europa, pero represento a la comunidad afroboliviana y esto es una gran responsabilidad para mí».
Su esposa agrega: «Si hay un conflicto entre dos afrobolivianos pueden venir a pedirle consejo». Explica que el linaje de Pinedo es muy antiguo: «Sus antepasados fueron reyes en África. Así es como empezó todo».
Los orígenes
Según Pinedo, cuando sus antepasados llegaron a los Yungas en 1820, uno de sus parientes llamado Uchicho se estaba bañando en el río y otros africanos vieron que su torso tenía cicatrices que recuerdan a miembros de una familia real tribal.
Uchicho resultó ser un príncipe del antiguo Reino de Congo y fue reconocido como tal por las otras personas esclavizadas.
Pinedo sacó un viejo documento de identidad de uno de los armarios. «Este era mi abuelo, Bonifacio, quien se convirtió en rey en 1932», dijo.
El documento mostraba una fotografía de un hombre vestido con un chaleco y un pañuelo atado al cuello. Dijo que nació en 1880, con domicilio en Hacienda de Mururata y que era labrador.
El rey Bonifacio solo tuvo hijas, por lo que se saltó una generación, dejando el reino sin rey durante 38 años hasta que Pinedo fue coronado en 1992 por la comunidad.
En 2007, cuando el gobierno de Morales expandió el reconocimiento de las minorías étnicas de Bolivia, Medina presionó con éxito para realizar una ceremonia oficial de coronación de Pinedo en La Paz.
A medida que se difundió la noticia del reconocimiento oficial de Pinedo por parte del Estado boliviano, también lo hizo la conciencia de la comunidad afroboliviana de la nación.
«Filmaron un documental sobre nosotros y nos invitaron a nuestra familia a viajar a Uganda para ver la tierra de donde son nuestros antepasados», dijo Pinedo.
Explicó que en las pocas veces que había salido de Mururata, se dio cuenta de que era una minoría en su propio país. Pero al ver a tantas personas negras que parecían miembros de su propia familia en Uganda, se volvió mucho más consciente de sus raíces.
El futuro heredero
Al ver desde cualquier lugar de Mururata se puede apreciar el verde de los laureles, helechos y otros árboles tropicales que cubren las colinas.
En la cima de una de estas colinas se encuentra el Cementerio Real, que lamentablemente está en estado de abandono. Del mismo modo, las instalaciones de la antigua Hacienda Mururata, a solo unos minutos a pie de la plaza principal del pueblo, están abandonadas.
Pero mientras algunos restos del pasado se desintegran lentamente, el futuro del reino está tomando forma.
Pinedo y Larrea tienen un hijo, el príncipe Rolando. A los 26 años, estudia derecho en la Universidad de Los Andes en La Paz y su futuro rol como rey es fundamental para sus ambiciones.
«Me gustaría seguir avanzando para que la comunidad afroboliviana sea más reconocida y visible, como lo ha hecho mi padre hasta ahora», dijo.
La pared junto a donde le gusta sentarse a Pinedo en su casa está decorada con documentos oficiales enmarcados, una fotografía familiar y calendarios que muestran sus ceremonias de coronación.
«¿Y dónde está la corona ahora? ¿Puedo verla?», le pregunté.
Humilde como es, Pinedo subió las escaleras y regresó con su corona escondida dentro de una caja de cartón para galletas.
Fuente: BBC Mundo
21 de marzo: Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial
Malcolm X: El hombre que marcó la historia en la lucha contra el racismo
Malcolm X es una de las personalidades que ha marcado la historia reciente de Estados Unidos y se recuerda ahora en un periodo en el que los movimientos por la justicia y la libertad frente a las políticas racistas viven su época de oro.
Se presenta el informe “Situación de Derechos Humanos del Pueblo Afroboliviano”
Café boliviano alcanza histórico precio en subasta internacional
El café boliviano alcanzó el precio histórico de $us 160 la libra en la subasta electrónica internacional que concluyó ayer, encuentro donde participaron los 15 ganadores del Sexto Torneo Nacional Taza de Calidad Café Presidencial 2020.
“Los cafés bolivianos se encuentran entre los mejores del mundo, por su pureza, su exquisita dulzura y acidez, y principalmente por su esmerado proceso de secado a cuatro mil metros de altura, el sol de los andes bolivianos irradia nuestro café en un secado que no tiene similar en el mundo”, destacó el ministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Mayta.
De acuerdo con datos oficiales, en la subasta internacional de los ganadores del Quinto Torneo Nacional Taza de Calidad Café Presidencial 2019, en enero del año pasado, el precio de venta más alto fue de $us 33 la libra.
Mayta destacó el esfuerzo común del Gobierno y los productores asociados en organizaciones como la Federación de Caficultores Exportadores de Bolivia (Fecafeb) y la Asociación Nacional de Productores de Café (Amproca).
Al respecto, el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Edwin Characayo, indicó que en la subasta electrónica internacional participaron expertos catadores de reconocida trayectoria nacional e internacional que evaluaron aspectos cualitativos y cuantitativos del grano del café, en el marco de los más altos estándares de calidad.
“Nuestro café boliviano tiene el mercado internacional garantizado, pues nuestros productores en la altura son una característica que hacen (el grano) más buscado en el mundo”, dijo.
El ministro Characayo sostuvo que el Programa de Inversión Caficultura a Nivel Nacional, dependiente de la cartera de Desarrollo Rural, cuenta con una cobertura de apoyo de 5.578 hectáreas de cultivos de café, con presencia en 27 municipios de los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, con un número de beneficiarios que alcanza a 5.779 productores cafetaleros.
Asimismo, apuntó que el 95,5% del total de la producción de café en el país corresponde a La Paz, principalmente en la provincia de Caranavi, mientras que 3% en el departamento de Santa Cruz, el 1% en Cochabamba y el 0,5% en Tarija, Beni y Pando.
Impulsan la producción con Bs 182 millones
La Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (IPDSA) y el Programa de Inversión Caficultura a Nivel Nacional impulsan el sector cafetalero boliviano con una inversión de Bs 182 millones, para la gestión 2018-2022, destacó el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Edwin Characayo.
Explicó que el apoyo estatal apunta a mejorar e incrementar la productividad del café, mediante la renovación de plantines, asistencia técnica, transferencia tecnológica y comercialización, con la finalidad de preservar la seguridad alimentaria con soberanía.
Mencionó que se busca desarrollar el potencial productivo sostenible del sector cafetalero, con énfasis en la producción orgánica.
Fuente: Periódico Bolivia
Video: EL LEGADO: Compartiendo nuestras raíces
La Facultad de Derecho de la UBA tiene su primera cátedra sobre racismo con perspectiva afro
Esta semana se abrió la inscripción en la UBA a la cátedra “Derechos de las comunidades negras en Argentina desde una perspectiva afro”, que pertenece al departamento de Filosofía de la Facultad de Derecho de la mencionada universidad. La materia será dictada por Patricia Gomes y Alí Emmanuel Delgado, ambos abogados y afrodescendientes.
Se trata de una materia bimestral, la primera en su tipo, que se dictará dos veces por año (marzo/abril y agosto/septiembre). “Con la cátedra pretendemos abordar un temario muy amplio que comprende, entre otros tópicos, los procesos sistemáticos de invisibilización, exclusión y marginación de las comunidades afro de la Argentina; conceptualizaciones de “raza” y racismo; dimensiones y consecuencias del racismo en la población afrodescendiente en Argentina; violencia institucional y análisis de casos de racismo en Argentina, así como y racismo en el lenguaje y en medios de comunicación”, puntualiza Gomes.
La cátedra cuenta con el respaldo del Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales Ambrosio Luis Gioja, de la mencionada Facultad, por donde circulan, aproximadamente unos 28.000 estudiantes por año, según estimaciones de Delgado. El docente se muestra gratamente sorprendido por la receptividad positiva que tuvo esta iniciativa. “Como la inscripción es virtual, desconocemos cantidad de inscriptos, pero sí recibimos una gran cantidad de mails así como mensajes en nuestras redes sociales. Muchos de ellos, de gente que no pertenece a la Facultad y que nos pide alguna instancia de formación similar por fuera de la UBA”, sostiene.
En sus tiempos de estudiante, Delgado asegura haber tocado el antirracismo en una materia, casi al final de su carrera. “Tuve que aprobar 38 materias para recibirme y esa fue la única materia con contenido antirracista, y la cursé porque la busqué. Después me enteré de alguna otra, pero el contenido es excepcional. Tuve Derecho Penal, en donde podrían tratarse los crímenes de odio o incluso en las relacionadas con los derechos humanos”, sostiene.
“Tampoco leí mucho material sobre racismo –continúa– y, mucho menos, escrito por personas que no fueran blancas. Tampoco tuve docentes afrodescendientes. Entre los estudiantes, la población fenotípicamente negra es excepcional. Fuera de ellos, la única persona negra que vi en la facultad es el empleado de seguridad.”, agrega.
Docentes invitados
Durante la cursada, Delgado y Gomes invitarán a activistas y académicos afro a impartir algunas de las clases. “Entre los docentes invitados están Miriam Gomes, Francilene Martins, Madoda Ntaka, Carlos Álvarez y Bruna Stamato, entre otros”, enumera la docente.
Delgado, por su parte, agrega que es una decisión política que todo el cuerpo docente sea afrodescendiente. “La universidad es formativa, te da las herramientas para convertirte en profesional y, a la vez, te va diciendo qué podés y qué no podés. No tener muchos compañeros afrodescendientes, no tener profesores afrodescendientes ni material de estudio elaborado por personas negras habla del racismo institucional. Y hace que sea tan importante contar con una cátedra como esta”, reflexiona.
Por su parte, Gomes sostiene que se trata de un hecho disruptivo. “La universidad en un ámbito que se caracterizó por silenciar las voces de la comunidad negra, o a lo sumo tenernos como meros objetos de estudio. A través de nuestra propia voz, queremos transmitir nuestros conocimientos desde nuestra propia perspectiva para contribuir en la formación de abogados del y para el pueblo, con conciencia social y también antirracistas”, concluye.
Fuente: La Nación – Argentina
Falta la visión afrodescendiente